Nombre Completo: Sraosha
Pronunciación: Suh-row-sha
Serie Principal: Crónicas de Nick
Designación: Nasaru
Trabajo: Guardián
Fecha de Nacimiento: Antes del tiempo registrado.
Altura: 1,98m
Color de pelo: Rubio
Color de ojos: Verdes iridiscentes
Constitución: Musculoso
Enemigo: Ambrose (SPOILER)
Pasatiempo favorito: Cazar al
Malachai
Modo de transporte: Alas
Arma Elegida: Nekodi
Mascotas: Los Nekodi
El guía de
Nekoda, Sraosha es un misterio en cuanto a quién es y de dónde viene. Lo único que sabemos a ciencia cierta es que quiere a
Nick muerto.
En este fragmento de Infinity se hace referencia a la relación de Kody con Sraosha.
RIESGO DE SPOILER SI NO HAS LEÍDO EL LIBRO.
—
¿Lo cogió?
Nekoda se tensó cuando sintió el aire que la rodeaba agitarse. El poder era palpable y era uno con el que estaba íntimamente familiarizada.
Sraosha. Su guía y mentor.
Nekoda cerró la puerta del almacén para evitar que nadie más en el hospital entrara inocentemente y viera la forma de Sraosha. Alto y elegante, era tan hermoso que era difícil mirarle de frente. Sus poderes eran tan grandes que se manifestaban como un aura en constante movimiento que iluminaba su piel con un resplandor amarillo brillante. Su pelo largo y rubio le fluía alrededor de los hombros mientras fijaba su mirada en ella… una mirada que no tenía ojos. Solo una cavidad llena de humo negro que era tan espantoso como peculiar.
—La dejé para él —susurró. Nick no tenía ni idea que su Nintendo le permitía mantener un ojo sobre él mientras estuviera a su alrededor.
Sraosha asintió.
—¿Qué piensas de este?
Era más joven que los otros Malachai con los que había luchado. Más inocente. Aún dulce.
No dejes que te seduzca.
Eso era lo último que podía permitirse el lujo que le sucediera.
—Parece… —Tenía que elegir cuidadosamente las palabras—. Diferente.
—¿Crees que es el elegido?
—No lo sé. —Desde los albores de los tiempos, habían rastreado al Malachai correcto. El que podría volverse contra las fuerzas oscuras que le habían engendrado y luchar con ellos contra La Fuente para poder liberar a sus hermanos.
Pero hasta la fecha, habían perdido a cada Malachai que habían tratado de salvar. La oscuridad dentro de cada uno era más de lo que podían resistir. ¿Y quién podría culparles?
Toda su estirpe había nacido para causar dolor. Nacido para ejercer los más oscuros poderes imaginables. Así como Nekoda había nacido para la luz.
Nick todavía era un niño que no tenía ni idea de quién y qué era. Pero ella sabía exactamente la clase de violencia para la que había sido creado.
Y le aterraba.
—Menyara jura que podemos salvarle.
Sraosha se burló.
—Está demasiado involucrada con éste. Está ciega a lo que él es en realidad.
Tal vez eso fuera cierto, pero Nekoda no tenía ese apego por él.
—No tengas miedo. No estoy ciega a él. Su encanto no me hechiza.
—Asegúrate que no caes víctima de él. Recuerda, es sólo uno de los muchos poderes que poseerá. Poderes que funcionaran en todos los mortales e inmortales por igual. Como has visto, el mal ya ha comenzado a tentarle y sólo se agravará a medida que madure.
Nekoda tragó mientras rememoraba los sucesos que le llevaron a ser tiroteado.
—Se retiró antes de dañarles.
—
Esta vez. Pero ese solo acto que deriva hacia la violencia contra otro ha desatado a su Mago Cimerio. Los poderes oscuros se unen ahora para entrenarle. ¿No puedes sentirlo?
Sí. Lo impregnaba todo por aquí y le enviaba un escalofrío salvaje por la columna. Había diez lecciones que enseñarle a cada Malachai. Cada una de ellas le haría más fuerte.
Más corrupto.
Le formarían en un instrumento del mal que iría por ella y su gente y sembraría la miseria absoluta sobre todos los que entraran en contacto con él.
La primera lección era la nigromancia. Pero no sólo la comunicación con la muerte. Reanimación y control.
No importaba lo mucho que Nekoda lo intentara, no podía ver a Nick llegando a ser como los otros. Seguramente no abrazaría ese frío poder.
Cometiste un error al pensar así antes.
Hizo una mueca al recordar a su padre y lo equivocada que había estado entonces. Si le hubiera golpeado cuando se lo dijeron, habría salvado innumerables vidas.
Es la luz en tu interior la que quiere creer en la bondad de los demás. Incluso en el Malachai. Había mostrado misericordia al Malachai más viejo y él le había escupido en la cara y abrazado su propio estigma del mal.
No importaba que, no volvería a ser tan estúpida.
—No temas, Sraosha. He aprendido de mi error. Esta vez, no fallaré. Si no podemos convertirle, le mataré.
—Mejor que recuerdes eso. Porque este es incluso más fuerte que su padre y ahora está siendo adoptado y entrenado por los Dark-Hunters. Si no podemos convertirle, él será el que finalmente nos destruya a todos nosotros.
Y ella sería la culpable de la muerte de la humanidad.
Libros en los que aparece este personaje, o es mencionado.